Los bonos de carbono
Son instrumentos financieros que se utilizan para incentivar la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero o compensar las emisiones generadas. Sus características principales son:
-Representan la reducción o secuestro de 1 tonelada métrica de dióxido de carbono equivalente (CO2e). Es decir, sirven como medida para contabilizar las emisiones.
-Son generados a partir de actividades o proyectos que logran capturar o dejar de emitir gases de efecto invernadero, como proyectos forestales, energías renovables, eficiencia energética, entre otros.
-Pueden ser adquiridos por empresas, organizaciones o personas para compensar sus emisiones contaminantes. Es decir compensar o neutralizar su huella de carbono.
-Su comercialización permite ponerle un precio a las emisiones de carbono, dando un valor financiero a la reducción de gases de efecto invernadero e incentivando el desarrollo de tecnologías limpias.
-Se negocian tanto en mercados voluntarios como en mercados obligatorios por regulaciones gubernamentales.
-Contribuyen al cumplimiento de metas y compromisos internacionales de reducción de emisiones como el Protocolo de Kioto o el Acuerdo de París.
En resumen, los bonos de carbono o créditos de carbono buscan usar mecanismos de mercado para limitar de forma rentable la cantidad de emisiones liberadas a la atmósfera.